La dualidad estructura-relación en el hombre

El cuerpo es mucho más que únicamente los tejidos materiales que lo componen. De hecho, son las relaciones que se establecen entre las diversas estructuras lo que da al cuerpo, y a la persona, su gran complejidad. Y esta gran complejidad todavía se ve aumentada por la relación que se establece entre el cuerpo, la información que almacena de las vivencias vividas y sus relaciones con el entorno, en su sentido más amplio. Es decir, el cuerpo humano es una máquina tan compleja que por encima de los aspectos materiales, predominan los relacionales, es decir, las relaciones e intercambios de información entre las diferentes estructuras que lo componen y el entorno.

Figuras con los puntos de acupuntura

El cuerpo recoge y almacena todo lo que le pasa. Las penas y las alegrías, los traumatismos físicos y también los afectivos, la alimentación y las toxinas, los excesos de frío y de calor, las actividades que desarrollamos, etc. Es decir, todo lo que nos sucede a lo largo de la vida, repercute en el organismo y éste, de alguna manera, guarda un recuerdo de ello. Los meridianos de acupuntura son lugares privilegiados para recoger toda esta información y, de alguna manera, las actividades y vivencias de la persona vibran sobre los diversos meridianos. Determinadas cosas se guardan en determinados lugares, cada meridiano recoge determinadas informaciones, tanto a nivel físico como mental.

Ahora bien, esta información, finalmente reflejo de las vivencias vividas, puede bloquear el funcionamiento normal del cuerpo y ser causa de dolor. Esto es lo que pasa cuando hay una descoordinación entre la información almacenada, el propio cuerpo y el entorno de la persona, en su sentido más amplio. Cuando esto sucede, aparecen disfunciones que se manifiestan como dolores y enfermedades y es entonces cuando hay que restablecer la armonía en el funcionamiento del cuerpo. Y es a este nivel donde actúa la acupuntura, su campo predilecto de acción.

Dibujo con los puntos de acupuntura en la cabeza

La MTC permite interpretar los síntomas y signos con que el cuerpo manifiesta su desequilibrio para deducir el tipo de información que le falta o que le molesta y permite acceder a esta información, olvidada o escondida, mediante los puntos de acupuntura para reincorporarla al normal funcionamiento del organismo, que reencuentra así su equilibrio y funcionamiento armónico.

Intentar explicar esta gran complejidad del cuerpo a partir de los aspectos materiales es muy complicado, por no decir casi imposible. Un ejemplo claro lo encontramos en el caso del dolor. La medicina occidental tiene tendencia a considerar el dolor como causado por el daño material en alguna estructura de las que componen el cuerpo, es decir, en alguno de sus tejidos, y se orienta a tratar este tipo de dolores. Este enfoque no tiene en cuenta, como, en cambio, sí hace la MTC, que el mal funcionamiento de algún órgano o función, en el sentido de que no se relaciona correctamente con algún otro, sin que exista sin embargo ningún tipo de daño estructural, es también causa de dolor. De hecho, la gran mayoría de dolores son de este tipo, y al no prestar suficiente atención a los aspectos de organización, de relación entre las diferentes partes del cuerpo y su relación con la persona y el entorno, como causa de dolor, la medicina occidental, muchas veces, no comprende bien estos dolores y no los sabe tratar adecuadamente.