La medicina natural o naturopatía es la medicina que se ha utilizado en Europa desde la antigüedad. Las primeras nociones que tenemos de ella son los escritos de Hipócrates, considerado como el primer médico de la historia y padre de la medicina. A lo largo de la historia, desgraciadamente, se fueron perdiendo sus bases teóricas hasta llegar a convertir la Naturopatía en un conjunto de recetas carentes de fundamentos. Por suerte, no hace mucho, se han podido reencontrar sus fundamentos teóricos que nos permiten hacer un uso razonado de ella y disponer así de una herramienta muy potente de diagnóstico y tratamiento.
A diferencia de la medicina convencional, la naturopatía considera que el principal responsable de la enfermedad es el desequilibrio del cuerpo. El agente exterior -virus, bacteria, clima, etc.- que la medicina moderna considera como causa de la enfermedad es simplemente el factor desencadenante que provoca su aparición aprovechando que el cuerpo tiene las defensas debilitadas como consecuencia de su estado de desequilibrio. El tratamiento consiste en dar un estímulo natural al cuerpo para ayudarle en su reacción y conseguir que por sus propios medios y de forma armónica, restablezca su equilibrio y pueda curar así la enfermedad.
La naturopatía hace posible tratar con buenos resultados muchas patologías consideradas habitualmente como crónicas y difíciles de curar como, por ejemplo, el asma y las alergias, la bronquitis y la rinofaringitis de los niños, la sinusitis, diversas enfermedades de la piel (eccema, acné, herpes, psoriasis, etc.), los problemas digestivos (colitis, diarrea, estreñimiento, gases en el tubo digestivo, gastritis, etc.) y también la infección por Candida Albicans, la gingivitis y la piorrea, la anemia , etc.
La naturopatía utiliza fundamentalmente la dietética, es decir, los alimentos que comemos, y las plantas y especias como remedios terapéuticos. De hecho, la alimentación inadecuada -que provoca insuficiencia digestiva y es tan común hoy en día-, las carencias en la alimentación y la presencia de toxinas en los alimentos y en nuestro entorno -toxinas que deberán ser eliminadas con un tratamiento de desintoxicación del cuerpo- son la verdadera causa de todas estas enfermedades. El hecho de prescindir de la dietética como herramienta terapéutica es una de las grandes críticas que se pueden hacer en la medicina convencional.
Además, la naturopatía presenta muchas ventajas: la terapéutica se basa en reacciones armónicas reguladas por el propio cuerpo, el resultado del tratamiento es perdurable y hay menos recaídas, no hay efectos secundarios, etc.