Falta de visión global del cuerpo y la persona

El hombre de vitruvio de Leonardo da Vinci

El cuerpo humano está formado por una multitud de sistemas que interactúan continuamente entre sí y que se influyen mutuamente. El desequilibrio de una función implica que se desequilibren otras y, a veces, abordar los problemas por separado lleva al fracaso del tratamiento. Siempre hay que abordar los problemas desde la integridad de la persona y pensar que tratamos personas y no enfermedades. A veces, este enfoque global es el único que permite curar una enfermedad o hacer desaparecer un dolor. Así, por ejemplo, para poder curar una lumbalgia, puede ser necesario tratar simultáneamente un desequilibrio psicológico -un estado de ansiedad, por ejemplo-. De hecho, intentar tratar el dolor de espalda de esta persona sin abordar su estado psicológico y emocional lleva casi siempre al fracaso.