La acupuntura actúa de acuerdo con los principios de la medicina natural: proporciona un estímulo natural al cuerpo para que éste perciba el desequilibrio que le afecta y causa el dolor o enfermedad, y hace que el cuerpo reaccione, por sus propios medios y de manera armónica, para restablecer su equilibrio y curar así el dolor o enfermedad. Así pues, la acupuntura actúa a nivel del terreno, muy cerca de la causa última que ha provocado el desequilibrio, más que sobre los síntomas y signos de la enfermedad, y hace que el cuerpo encuentre por sí mismo una solución al problema, evitando así posibles recaídas.
La acupuntura permite tratar a la persona en su integridad. Hace posible tratar simultáneamente los diversos desequilibrios del cuerpo, que muchas veces se influyen entre sí. A veces, este enfoque global es el único que permite curar una enfermedad o hacer desaparecer un dolor. Así, por ejemplo, permite tratar un desequilibrio psicológico -un estado de ansiedad, por ejemplo- junto con su manifestación corporal -una lumbalgia, por ejemplo-. Intentar tratar el dolor de espalda de esta persona sin abordar su estado psicológico y emocional lleva casi siempre al fracaso. Siempre hay que tratar personas y no enfermedades. Y la acupuntura es una herramienta muy eficaz para hacerlo.
La MTC incorpora aspectos de la dieta en el tratamiento. Una alimentación no adecuada puede ser la causa última de dolores y enfermedades. La acupuntura permite tratar estos desequilibrios pero sin dejar de lado la corrección de los errores en la alimentación, cuando es necesaria. Igualmente la acupuntura permite trabajar conjuntamente con otras terapias en el caso de que el paciente lo requiera: la Mioterapia o la psicología son los dos ejemplos más habituales.
La acupuntura puede ser y debería ser totalmente indolora ya que el dolor hace menos nítida la señal que la estimulación del punto envía al cuerpo -en este sentido, se puede utilizar un palpador que es tan eficaz como una aguja y es totalmente indoloro o usar simplemente un dedo para tratar niños pequeños-, y se puede utilizar con todo tipo de pacientes, desde niños a personas mayores, pasando por mujeres embarazadas.
También hay que decir que la acupuntura, utilizada por un profesional bien formado, presenta muy pocos riesgos en su aplicación y no tiene efectos secundarios.