El modelo de la naturopatía se basa en un triple referencial que permite clasificar los síntomas de las enfermedades, establecer su causa y definir su tratamiento. Para que el modelo funcione bien es imprescindible que los 3 referenciales sean coherentes entre sí. Los 3 referenciales son: los 4 humores, los 5 elementos y las 4 energías elementales.
El primer referencial viene definido por los cuatro humores. Antiguamente se pensaba que los humores eran unas sustancias reales que contenía el cuerpo pero ahora sabemos que simplemente corresponden a las 4 grandes funciones del metabolismo del cuerpo. Para que haya salud, los 4 humores deben estar en equilibrio. Cuando no están en equilibrio, aparece la enfermedad, asociada a algún factor desencadenante.
Los 4 humores son la Sangre, la Flema, la Bilis Amarilla y la Bilis Negra; y éstas son las funciones metabólicas que representan:
- Bilis amarilla: Fragmentación (digestión, inmunidad)
- Sangre: Disolución (en la sangre y los líquidos en general)
- Bilis Negra: Contracción muscular (movimiento, circulación, excreción)
- Flema: Fijación (construcción y almacenamiento)
Para entender el significado de estas 4 funciones, observemos que se puede resumir el metabolismo humano diciendo que primero hay que fragmentar los alimentos, luego disolverlos en la sangre, a continuación transportarlos y distribuirlos por todo el cuerpo y, finalmente, construir y renovar los tejidos del cuerpo.
El segundo referencial está constituido por los 5 elementos -Aire, Agua, Fuego, Tierra y Éter- que, desde la antigua Grecia, se pensaba constituían toda la materia, y que representan las estructuras del cuerpo. Los elementos están compuestos sucesivamente a partir de los elementos más simples:
- El Éter está compuesto sólo por Éter
- El Aire está compuesto de Éter y de él mismo.
- El Fuego contiene Éter y Aire además de él mismo.
- El Agua contiene Éter, Aire y Fuego, además de él mismo.
- La Tierra contiene todos los elementos, incluido él mismo.
Como el Éter lo tenemos presente en todos los elementos, podemos prescindir de él y utilizar sólo los 4 elementos restantes: Aire, Agua, Fuego y Tierra. En el cuerpo humano, estos 4 elementos se corresponden con los gases (Aire), los líquidos (Agua), las sustancias densas o sólidas (Tierra) y la temperatura (Fuego).
Finalmente, el tercer referencial viene dado por las 4 energías elementales que son, de hecho, dos pares de energías: el Frío y el Calor y la Sequedad y la Humedad.
Las características de estas energías son las siguientes:
- Calor: Expansión, dilatación
- Frío: Contracción, solidificación
- Sequedad: Dureza, rigidez
- Humedad: Fluidez, elasticidad, retención
El modelo de la naturopatía, tal y como fue formulado por los antiguos griegos y tal como ha llegado hasta nuestros días, ordena los 3 referenciales de la siguiente manera:
En primer lugar, las 4 energías elementales permiten clasificar los 4 elementos:
- El Fuego es Caliente y Seco
- El Aire es Caliente y Húmedo
- El Agua es Húmeda y Fría
- La Tierra es Seca y Fría
Por otra parte, las 4 energías permiten clasificar los 4 humores:
- Bilis Amarilla: Caliente y Seca
- Bilis Negra: Seca y Fría
- Sangre: Húmeda y Caliente
- Flema: Fría y Húmeda
De ello resulta la relación de correspondencia entre los 4 elementos y los 4 humores:
- Fuego y Bilis Amarilla
- Tierra y Bilis Negra
- Aire y Sangre
- Agua y Flema
Y, al incluir los 3 referenciales simultáneamente resulta el siguiente modelo, que representa el terreno de la persona.
No obstante, este modelo, tal y como está formulado, presenta problemas de coherencia que lo hacen difícilmente utilizable en la práctica y es conveniente corregirlo.