La expresión "pagar en especias" ya nos indica cómo de valiosas han sido las especias a lo largo de la historia. De hecho, en algunas épocas habían valido tanto como el oro. Este valor de las especias no era debido a su capacidad de dar sabor a los alimentos o conservarlos -la sal ya sirve para hacerlo- sino a su utilización como remedios médicos. Las especias se encuentran en todas las fórmulas medicinales (eficaces) a lo largo de la historia, desde la antigüedad hasta la pérdida del conocimiento de los efectos de las plantas sobre el terreno coincidiendo con la llegada de la medicina moderna.
Hipócrates hablaba ya del "pimiento indio" como remedio y los romanos utilizaban la vía marítima que, siguiendo la costa, va desde el Mar Rojo hasta la India. Durante la edad media el comercio de especias continuó por vía terrestre y fue en busca de nuevas rutas para llegar a las tierras productoras de especias que Vasco de Gama dio la vuelta a África y Colón descubrió América. Posteriormente, el dominio sobre las tierras productoras de especias fue motivo de conflicto entre los países europeos y fuente de riqueza para algunos de ellos.
En la actualidad tenemos la suerte de poder disponer a buen precio de todas las especias. No obstante, hay que vigilar que sean lo más frescas posible, a poder ser, enteras, y, sobre todo, que no hayan sido irradiadas.
