Historia de la osteopatía

La osteopatía fue creada por Andrew Taylor Still a finales del siglo XIX. Still fue un médico americano que, descontento con la medicina de su tiempo y los pobres resultados que proporcionaba, buscó una alternativa y creó un tipo de medicina que vendría a ser una versión primitiva de lo que hoy entendemos por medicina natural. Las ideas de Still se pueden resumir con los 4 principios de la osteopatía:

  • La estructura gobierna la función
  • El cuerpo forma una unidad
  • El cuerpo tiene la capacidad de curarse a sí mismo
  • La llegada de sangre cura la lesión (la regla de la arteria)

Still examinando un esqueleto

Es decir, la osteopatía considera que hay que restablecer la armonía en la disposición de las estructuras que conforman el cuerpo para que éste, por sus propios medios, pueda curar entonces la enfermedad. La osteopatía da mucha importancia a los huesos y a las limitaciones de movimiento entre ellos -en particular, a la columna vertebral, por donde pasan los nervios raquídeos- y utiliza básicamente las manos para restablecer el equilibrio mecánico del cuerpo y posibilitar así que éste, por sí mismo, corrija sus disfunciones. El tratamiento se hace forzando las articulaciones hasta su límite fisiológico con movimientos rápidos de poca amplitud ("cracking").

También hacia finales del siglo XIX, otro americano, Daniel David Palmer, creó la quiropráctica (o quiropraxia), una técnica que también usa el "cracking" para alinear la columna vertebral y que originariamente se basaba en unos principios similares a los de la osteopatía.

Más adelante, a partir de los años 30, un osteópata americano, William Sutherland, desarrolló una técnica basada en la detección manual de unos movimientos casi imperceptibles entre las estructuras óseas del cráneo, que indican las disfunciones mecánicas del cuerpo y que al corregirlos hacen que este reencuentre su estado de equilibrio natural. Es lo que hoy se conoce como osteopatía cráneo-sacral. A diferencia de la osteopatía y la quiropráctica, la osteopatía cráneo-sacral trabaja de manera suave y sin forzar las articulaciones.

Más modernamente, a partir de los años 50, aparecieron las primeras técnicas centradas en los músculos, en vez de los huesos y las articulaciones, y que basan el tratamiento en estirarlos contra la resistencia del propio músculo, es decir, forzándolos. Entre estas técnicas se encuentran los puntos gatillo y la terapia miofascial, el masaje transverso profundo de Cyriax, las técnicas de energía muscular, el método Mézières y todas las que hacen estiramientos.

Lawrence Jones, creador del método Strain-Counterstrain

A partir de 1964 apareció la primera técnica basada en trabajar los músculos con suavidad y en el mismo sentido en que lo hace el cuerpo, sin forzarlos. Fue un osteópata americano, Lawrence Jones, quien primero se dio cuenta de los resultados terapéuticos que este nuevo enfoque proporcionaba y creó un método, llamado Strain-Counterstrain, que utiliza el acortamiento pasivo como principio terapéutico. El método Strain-Counterstrain es utilizado básicamente en Estados Unidos, aunque últimamente se está introduciendo lentamente en algunos países europeos.

La Mioterapia es heredera de los trabajos de Jones pero ha desarrollado una concepción más completa de lo que representa el acortamiento pasivo como principio terapéutico y lo utiliza dentro de una concepción de tratamiento integral del aparato locomotor que incluye también el concepto de cadenas musculares de compensación y la distinción entre músculos tónicos (de posición) y fásicos (de movimiento).