Síndromes rotulianos y luxación de rótula

Los síndromes rotulianos y la luxación de rótula son patologías que en nuestra opinión no son, en general, bien comprendidas y que, en consecuencia, tampoco se tratan adecuadamente.

Síndromes rotulianos

La condropatía rotuliana y la artrosis rotuliana (o femoro-patelar) se caracterizan, además del dolor, por un desgaste del cartílago y la aparición de malformaciones artrósicas en la articulación femoro-patelar (entre rótula y fémur). Son patologías que se atribuye a varias posibles causas (la debilidad muscular del cuádriceps o del vasto interno, una mala posición de la rótula, una malformación del fémur, la laxitud de los ligamentos, la práctica de algunos deportes, etc.) sin terminar de precisarlo bien.

La luxación de la rótula tiene la particularidad de que la rótula se luxa siempre hacia lateral (es decir, hacia el lado de la pierna donde está el peroné). La luxación repetida de la rótula se atribuye a varios factores de riesgo que más o menos son los mismos que se consideran como posibles causas de los síndromes rotulianos.

El tratamiento conservador se caracteriza por intentar corregir la debilidad del cuádriceps o del vasto interno. Así pues, habitualmente se recomienda muscular el cuádriceps para reforzar los elementos activos de estabilidad de la rodilla o muscular el vasto interno para reforzarlo y corregir su debilidad que se supone es la causa de la luxación o de la condropatía.

Mioterapia

La Mioterapia tiene una explicación muy sencilla y verosímil para la luxación de rótula y los síndromes rotulianos. Se basa en la distinción de los diferentes roles de los músculos del cuádriceps y en la anatomía de la articulación de la rodilla.

La rótula tiene las funciones de actuar como polea, centrándo en el eje de la tibia y verticalizando la acción de los músculos del cuádriceps y dándoles un cierto brazo de palanca para hacer más efectiva la fuerza que ejercen sobre la tibia.

Mecanismo de la rótula

El cuádriceps está formado por cuatro músculos que tienen las siguientes funciones:

  • Recto anterior: es el músculo dinámico encargado de realizar la extensión de la pierna.
  • Vasto interno y vasto externo: son músculos mixtos (tónicos y dinámicos) que mantienen la estabilidad lateral de la rodilla, tanto al mover la pierna como al mantener la postura.
  • Vasto intermedio: es el músculo tónico que mantiene la extensión de la pierna contra la gravedad. Es un músculo que trabaja continuamente para mantenernos en pie pues impide que las rodillas se doblen y el cuerpo caiga hacia atrás.

Cabe destacar que el fémur describe un ángulo de unos 6 o 7º hacia lateral respecto al eje de la tibia y que este es por tanto el ángulo con que el vasto intermedio actúa sobre la rótula.

El Vasto Intermedio

En caso de contractura muscular del vasto intermedio, éste se tensa y tiene tendencia a acortarse. Al hacerlo arrastra con él la rótula hacia lateral y hacia craneal. Es en esta situación en que la articulación femoro-patelar deja de trabajar correctamente, que el cartílago sufrirá desgaste, pueden aparecer malformaciones óseas y la rótula se puede luxar con facilidad (hacia lateral). Los factores de riesgo facilitarán que esto se produzca con mayor o menor intensidad, de forma más rápida o más lenta, etc. pero la verdadera causa del problema -ya que es funcional y, por lo tanto, reversible- es la contractura del vasto intermedio. También hay que decir que, el problema no sólo afecta a la articulación de la rótula y el fémur sino también a la del fémur con la tibia.

Por otra parte, hay que decir que los vastas interno y externo también actúan con una función tónica (mantienen la estabilidad lateral de la rodilla) pero esta acción no es comparable en intensidad con la del vasto intermedio que soporta el peso del cuerpo contra la gravedad. En todo caso, cuando dan problemas, el dolor se asocia a los ligamentos lateral o medial de la rodilla y no a la rótula.

Tratamiento

El tratamiento debe orientarse a descontracturar el vasto intermedio, sin olvidar que forma parte de una cadena de compensaciones que va de la cabeza a los pies. Habrá que determinar cuál es el origen de la cadena de compensaciones (cuello o tobillos) y tratar las contracturas del origen de la cadena. Además, para facilitar el proceso, habrá que tratar directamente el vasto intermedio también.

Muscular el cuádriceps no es una buena idea porque sobrecargará al vasto intermedio, que ya está hipertónico, aumentando aún más su grado de contractura. De hecho esto explica que estas patologías sean más frecuentes en deportistas que tengan los cuádriceps bien desarrollados.

Muscular el vasto interno tampoco es una buena solución, porque no va a la raíz del problema y lo único que hará es añadir una compensación parcial y artificial -y que por ser parcial y artificial no podrá perdurar- a un estado de equilibrio descompensado. Para poder resolver el problema realmente hay que tratar su verdadera causa.

Acupuntura

El problema también puede ser abordado desde un punto de vista energético. Hay otras posibilidades pero el caso más habitual suele ser el de un exceso de energía yang a nivel muscular. El músculo afectado es el Vasto Intermedio que corresponde a los músculos que controla el meridiano Yang Ming del pie (o meridiano del Estómago). El tratamiento normalmente estará basado pues en los puntos Jing distal y Jing proximal de este meridiano.