Infección por Candida Albicans o Candidiasis

Candida AlbicansLa Candida Albicans es una levadura (un tipo de hongo) que forma parte y se encuentra naturalmente en nuestra flora intestinal. Habitualmente convive en equilibrio con el resto de hongos y bacterias que pueblan nuestro intestino donde desarrollan actividades que nos son necesarias y beneficiosas para el correcto desarrollo de nuestro metabolismo.

No obstante, debido al excesivo consumo de azúcares -de azúcares refinados, de hecho- o al uso prolongado de antibióticos, la presencia de la Candida Albicans en el intestino puede aumentar desmesuradamente y provocar una alteración del metabolismo y un debilitamiento del sistema inmunitario, además de llegar a afectar y provocar micosis en otras partes del cuerpo -la vagina, la boca y las uñas son las más habituales-.

MuguetDe hecho, esta enfermedad solía afectar a bebés (el clásico muguet, en la boca) y personas con el sistema inmunitario debilitado y no ha sido hasta hace poco tiempo que, con la gran cantidad de azúcar refinado que caracteriza nuestra (mala) alimentación actual, esta enfermedad se ha convertido en una enfermedad bastante común, que afecta a personas adultas sanas, sobre todo mujeres.

Los síntomas más habituales asociados a la infección por Candida Albicans son problemas digestivos crónicos (colitis, estreñimiento, diarrea, gases en los intestinos, etc.), irritación y prurito, fatiga crónica, engordar o dificultad para perder peso, alergias, regla irregular o dolorosa, infecciones de orina, dolores articulares, dolor de cabeza, ansiedad, falta de concentración, etc.

Diagnóstico

Dejando de lado los síntomas más habituales y algún signo específico de su presencia, la confirmación del diagnóstico se hace mediante una coprocultura (análisis de las deposiciones) o, preferiblemente, con un análisis de orina dirigido específicamente a detectar sus metabolitos.

Tratamiento convencional

El tratamiento con medicación convencional se basa en la utilización de diversas sustancias con propiedades antifúngicas que suelen ser rápidas y efectivas pero que como no tratan las verdaderas causas de la infección, la alimentación inadecuada y el desequilibrio en la flora intestinal, dan lugar a numerosas recaídas y a que la enfermedad se cronifique.

Tratamiento con Naturopatía

Para que el resultado del tratamiento sea perdurable, es necesario aplicar un conjunto de medidas que restablezcan en el cuerpo las condiciones que hacen que el desarrollo de los hongos sea el normal o fisiológico. Es por esta razón que es necesario un tratamiento integral que aborde las diversas causas y manifestaciones del problema e incluya cambios en la alimentación y, a veces, medidas de higiene, además de melitos (especias disueltas en miel) y otros remedios de medicina natural para acelerar el proceso.

El tratamiento tendrá los siguientes objetivos:

  • Eliminar las causas que provocan la proliferación de la Candida Albicans.

Esto corresponde esencialmente a eliminar de la dieta todas las sustancias que la favorezcan: azúcares, levaduras, quesos fermentados, etc. También puede ser necesario aplicar cambios en los hábitos de higiene personal.

  • Restaurar la capacidad digestiva del cuerpo.

La capacidad digestiva del cuerpo viene dada por la función Bilis. Para aumentarla será necesario, de entrada, adoptar una dieta sana y equilibrada, sin azúcares refinados y pocos productos lácteos y que incluya aceite de calidad, sal, ajos, especias, etc. Además, será conveniente tomar melitos (especies disueltas en miel) para conseguir una reacción rápida del organismo.

  • Restaurar el equilibrio de la flora intestinal

Esto se hará en 2 pasos. En primer lugar, para reducir la presencia de Candida Albicans en el intestino se podrán utilizar varios remedios naturales como, por ejemplo, el extracto de semillas de pomelo o ciertos aceites esenciales. También puede resultar muy útil la hidroterapia de colon para limpiar el intestino grueso.

A continuación, para restablecer la flora bacteriana, habrá que tomar algún producto que incorpore probióticos y prebióticos.

  • Tratamiento local de las infecciones (vagina, boca, uñas, piel, etc.)

Además de los tratamientos de fondo mencionados, si hay alguna infección local de Candida Albicans será necesario tratarla directamente. Así, por ejemplo, en caso de micosis vaginal se puede utilizar una pomada con óxido de zinc para los labios y una solución con extracto de semillas de pomelo para el interior de la vagina.

Pese a que los resultados del tratamiento serán rápidos, hay que tener en cuenta que para que el resultado sea perdurable deberá mantenerse una alimentación adecuada y, eventualmente, buenas prácticas de higiene, durante un cierto tiempo.