Los músculos

El bíceps y el tríceps braquiales

Los músculos tienen varias funciones. Además de mover y mantener la posición de las articulaciones, mantienen la coaptación de la articulación (es decir, no dejan que ésta se separe demasiado), captan información sobre la fuerza que ejercen y, finalmente, protegen a la articulación en caso de traumatismo. Los músculos vienen a ser como un muelle, un elemento elástico que hace más o menos fuerza en función de su grado de estiramiento.

Los músculos están gobernados, entre otros mecanismos, por el reflejo miotático, que es un automatismo del cuerpo que hace que el músculo se contraiga y haga fuerza al ser estirado. De hecho, este es el funcionamiento normal del músculo: al ser estirado se contrae y hace fuerza y al volver a la posición inicial deja de hacer fuerza. Es así como podemos mantener una postura sosteniendo un objeto con la mano o estar de pie contra la gravedad.

En caso de traumatismo, cuando hay un estiramiento brusco o excesivo del músculo, el reflejo miotático también actúa y hace que el músculo se contraiga con fuerza, protegiendo así a la articulación. Ahora bien, si el choque es suficientemente violento, el mecanismo que regula el funcionamiento del músculo resulta alterado y éste tiene tendencia a no cesar en su acción de protección y se queda permanentemente acortado haciendo fuerza: la consecuencia del traumatismo ha sido que el músculo haya quedado contracturado.

Las consecuencias inmediatas de la contractura son una limitación del movimiento de la articulación, en el sentido en el que el músculo se estira, y el dolor. Ahora bien, como las contracturas, si no se tratan, tienen tendencia a mantenerse en el tiempo, incluso durante años o toda la vida, a largo o medio plazo la contractura tendrá también consecuencias sobre el esqueleto.

Para eliminar la contractura y recuperar la movilidad de la articulación, es necesario restaurar el funcionamiento correcto del mecanismo alterado que regula el funcionamiento del músculo. La Mioterapia lo hace actuando sobre los receptores que regulan el reflejo miotático mediante el principio terapéutico del acortamiento pasivo.